La cultura inca o incaica se comenzó a forjar luego del establecimiento de esta etnia en el valle del río Urubamba. Fue el resultado de la mezcla de tres culturas anteriores: Tiahuanaco, Nazca y Moche, a partir de la cultura aymara, depositaría a su vez de siglos de formación cultural, Con la extensión del imperio, ésta fue absorbiendo nuevas expresiones culturales de los pueblos anexados y se ubicó en el Perú.
Historia y organizacion social[]
Los incas estaban gobernados por un jefe quien ejercía de monarca teocrático y hereditario. Este jefe era considerado hijo del sol y en él se concentraban los poderes del estado. También había una especie de virreyes, llamados los cuatro copas, que gobernaban las cuatro regiones en las que se dividía en imperio Inca. En la sociedad inca, las clases sociales estaban bien diferenciadas. El clan incaico nutrió la aristocracia, de la que procedían el alto clero y el alto mando militar y político. Esta nobleza incluía a los miembros de la familia del inca, sus funcionarios y delegados y a los oficiales del ejército. El estrato social posterior estaba compuesto por una nobleza inferior, formada por los caciques locales y por los funcionarios de baja categoría. En el último estamento estaba el resto del pueblo, los artesanos, los agricultores y los esclavos. La unidad social fue la gran familia, llamada ayllu, compuesta por los descendientes de un mismo antepasado común y constituía una unidad endogámica en los aspectos económicos, militar y religiosos. A pesar de toda su grandeza, el Imperio Incaico existió poco más de un siglo. Con anterioridad al año 1430 Los Incas gobernaron solo el Valle del Cuzco. Ellos entablaron una guerra con los Chankas durante un tiempo, pero finalmente los derrotaron en una gran victoria en el año 1430. Esto marcó el comienzo de una gran expansión. Para cuando los españoles llegaron, la mayoría del área de los Andes había sido totalmente controlado bajo las leyes de los Incas.
Alimentacion y medicina[]
Los incas vivían principalmente de su producción agrícola. Utilizaban técnicas avanzadas que se adecuaban a las dificultades de los terrenos andinos. Los productos que solían cultivar eran los frijoles, el algodón y la papa. Además de la agricultura, también domesticaron animales y practicaron la explotación de minerales. Se estima que los incas cultivaron cerca de setenta especies vegetales, entre ellas, papas, camotes, maíz, ajíes, algodón, tomate, maní, coca y quinua. Las principales técnicas agrícolas, en cuanto a la disposición de tierras fueron: Andenes o terrazas, para evitar la erosión y aprovechar las laderas y cerros. Waru waru, técnica heredada de sus hermanos del altiplano, en la que se araban surcos alrededor de los cultivos y se les llenaba de agua para crear un microclima más estable que el ambiente. Pozas secas que se llenaban en época de lluvias. Era muy empleado en la costa. Se les llamaba simplemente lagunas o quchakuna. También se resalta su técnica de mejoramiento de especies, supieron la mayor influencia de la temperatura del suelo que el del aire sobre las plantas, como lo atestigua el laboratorio de Moray.
La ganadería, en cambio, fue menos favorecida. Esto se debió a la escasa fauna andina. Utilizaron llamas como bestias de carga y alpacas como fuente de alimentos y vestimenta. La vicuña fue también muy apreciada. Se crió también el cuy, hasta hoy uno de los principales potajes de la gastronomía andina. La medicina que se practicó en el incanato, estaba íntimamente ligada a la magia y la religión. Todas las enfermedades se suponían provocadas por el desprendimiento del espíritu del cuerpo, a causa de un maleficio, un susto o un pecado. Los curanderos incaicos, llegaron a realizar intervenciones quirúrgicas, como trepanaciones, con el propósito de eliminar fragmentos de huesos o armas, que quedaban incrustadas en el cráneo, luego de accidentes o enfrentamientos bélicos. Uno de los instrumentos utilizados en la cirugía inca, fue el Tumi o cuchillo de metal en forma de T. Como anestesia se usaba la coca y la chicha en grandes cantidades y se sabe que también conocieron el uso de vendas.
Cultura[]
La pintura como expresión estética se manifestó en murales y mantos. Bonavía señala la diferencia entre paredes pintadas de uno o varios colores y los murales con diseños o motivos representando escenas diversas. Los murales pintados se aplicaban sobre paredes enlucidas con barro empleando pintura al temple, técnica diferente a la utilizada para las pinturas rupestres. Hacia el Horizonte Temprano, la pintura era aplicada directamente sobre la pared enlucida, mientras que durante el Período Intermedio Temprano se cubría el muro enlucido con pintura blanca para luego aplicarle el dibujo deseado. Otro medio usado en la misma época consistía en trazar motivos incisos sobre el barro húmedo para luego rellenarlo con pintura. En la época moche se usó pinturas murales y de alto relieve de barro como los descubiertos en la Huaca de la Luna y en la Huaca del Brujo, en Chicama. La técnica y el uso de mantos pintados sobre telas de algodón llano era costumbre de toda la costa, con mayor énfasis en el norte. Todavía por los años de 1570 a 1577 existían artistas especializados en el arte de pintar mantos que ejercían su oficio trasladándose de un lugar u otro. En aquel tiempo estos artesanos pedían licencia ante el oidor para usar de su arte e ir libremente por los valles sin ser estorbados. En los museos y colecciones privadas se pueden apreciar estos mantos, empleados quizá para cubrir paredes desnudas o servir de vestimenta a los señores importantes.
Otro renglón dentro del arte pictórico fue la realización de una suerte de mapas pintados que representaban un lugar o una región. El cronista Betanzos cuenta que después de la derrota de los chancas infligida por el príncipe Cusi Yupanqui, los dignatarios cusqueños se presentaron ante él para ofrecerle la borla y lo encontraron pintando los cambios que pensaba introducir en el Cusco. Esta noticia no sería suficiente para confirmar tal práctica si no fuese apoyada por otra referencia la afirmación en el juicio sostenido por las etnias de Canta y de Chaclla entre 1558 y 1570. Uno de los litigantes presentó allí ante la Real Audiencia de los Reyes los dibujos de su valle indicando sus reclamos territoriales, mientras los segundos exhibieron una maqueta de barro de todo el valle. La alfareria inca, se pueden dividir en dos tipos, la utilitaria y la ceremonial. La cerámica ceremonial era enterrada con los difuntos, llenos de alimentos o bebidas que servirían a los muertos en su camino hacia el otro mundo. Cuando llegaron los españoles, la alfarería inca perdió su función mágica y ceremonial y se volvió utilitaria. El pueblo inca era dado a realizar vasos antropomorfos, de figuras humanas, que además construían por la totalidad de puentes, calzadas, carreteras, etc. Entre sus construcciones más emblemáticas se encuentran diferentes fortalezas y templos como el conocido Machu Picchu.